lunes, 28 de octubre de 2013

¿Sabías qué?

EL CAMBIO DE HORA INVERNAL TRAE CONSIGO MUCHAS VENTAJAS


Ayer domingo atrasamos una hora nuestro reloj. 





Este cambio se aplicó por primera vez durante el transcurso de la I Guerra Mundial con el objetivo de mantener abiertas las fábricas una hora más, y  la tomaron los gobiernos alemán y astrohúngaro en abril de 1916; ese mismo año también adoptan la medida Holanda, Reino Unido, Francia y Portugal. Hoy en día son 70 países los que atrasan sus relojes en Otoño y los adelantas en Primavera. 

Entre las ventajas de esta medida están:

Contribuye a luchar contra el cambio climáticoLa producción energética se basa en su mayoría en el uso del carbón o el petróleo. Estos combustibles fósiles emiten dióxido de carbono (CO2), un gas involucrado en el cambio climático. Cuanta menos energía se utilice, menos CO2 se emite.
Reduce la contaminaciónAdemás de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI), el empleo de combustibles fósiles supone también la emisión de sustancias y gases nocivos para el medio ambiente y la salud. Algunos de sus efectos, como la destrucción de zonas vírgenes para la búsqueda y extracción de nuevos yacimientos, son los más conocidos. Y no hay que olvidar que una parte de la electricidad consumida proviene de las centrales nucleares, cuyos residuos radiactivos o la posibilidad de un accidente pueden provocar un impacto ambiental grave. 
Disminuye la necesidad de materias primasCuanta menos energía se produce, la cantidad de materias primas necesarias para ello es menor. Por tanto, el impacto de las actividades (como la minería o las plataformas petroleras) de extracción, transporte y transformación de dichas materias primas es menor. 
Para la salud: En general, los expertos señalan que es más llevadero el momento del cambio horario de otoño que el de primavera, porque disminuyen las horas de luz. Esto favorece la secreción de melatonina, que, a su vez, ayuda a conciliar el sueñoY es que la luz no produce el mismo efecto durante la mañana que durante la tarde: por la mañana activa el ritmo, pero la luz durante la tarde lo demora. 
Económicas: Para la economía familiar, tan dañada con la duración de esta crisis, el cambio horario puede suponer un ahorro de seis euros en un año. Tener una hora más de luz solar reduce el uso de iluminación artificial, de electrodomésticos y aparatos energéticos, en general. Aunque el ahorro, en general, se nota menos en el invierno, el objetivo principal que se persigue al retrasar el reloj una hora en invierno y adelantarla en verano es aprovechar más la luz natural diurna. No obstante, este cambio no es perjudicial para los ciudadanos y hace posible que el gasto energético sea menor.

Agradecemos a Felipe en envío de esta noticia vía la revista Consumer

Sin duda, la curiosidad del día. 



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