martes, 21 de enero de 2014

¿Por qué decimos qué?

ANDE YO CALIENTE, ¡RÍASE LA GENTE!




Refrán egoísta, que mira por el bien propio y no hace caso de las opiniones de los demás mientras uno quede conforme consigo mismo, con lo que hace o incluso con lo que viste. Este nos sirve para hacer de menos las opiniones que nos contrarían o nos minoran, buscando nuestro gusto. También sirve para justificarse cuando uno hace algo en su provecho.


El refrán fue incluido en una letrilla satírica, algo muy del gusto del siglo de oro, y glosado con ella por don Luis de Góngora y Argote, uno de los grandes. El poema comienza así:


Ande yo caliente,
y ríase la gente.
Traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequillas y pan tierno,
y las mañana de invierno
naranjada y aguardiente,
y ríase la gente.

Os recomendamos la lectura completa del poema. Magnífica, también, fue la adaptación de Paco Ibáñez, en su famoso concierto da la sala Olympia, de París, en 1969.

Agradecemos a Jesús el envío de esta noticia. 

Sin duda, el dicho del día. 

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