jueves, 13 de febrero de 2014

Comer con el cerebro


Leemos en El País que Michael Pollan, autor del libro Food Rules, asegura que comer parte del sentido común de cada uno. En Food Rules, Pollan nos recuerda que:

1. No coma nada que no se pudra. La comida de verdad o está viva o lleva poco tiempo muerta. En todo caso, el margen que la separa de ser basura es pequeño. Todo lo que no cumpla este requisito es porque ha sido procesado hasta la inmortalidad con tantos agentes químicos que no atrae ni hongos ni bacterias.
2. Compre en las paredes de los supermercados, no en los pasillos. La comida fresca –los productos agrícolas, carne, pescado, lácteos– se pone en las paredes porque así es más fácil reponerla. Y la procesada acaba en los pasillos. Cuanto más se aleje de ellos, mejor.
3. Evite las cosas que su abuela no entendería como comida. ¿Celulosa? ¿Diglicéridos etoxilados? ¿Quién le ha dicho que esas cosas se pueden meter en la boca? Si no reconoce un ingrediente es probable que se trate de un componente químico. No hay pruebas de que estos sean un peligro para la salud, pero piénselo: la raza humana no lleva mucho tiempo comiéndolos. No se la juegue.
4. Coma solo animales que hayan comido bien. La evolución ha diseñado fantásticos rumiantes, capaces de convertir hierba en grasas saludables (mucho omega tres y poco omega seis). La industria alimentaria los ha cogido y los ha cebado de pienso energético para que crezcan más y peor.
5. Cuanto más blanco sea el pan, más joven morirá usted. Ingerida tal cual, la harina es como un chupito de glucosa: no tiene las virtudes de otros granos (fibra, vitamina B y grasas saludables) y arrasa el organismo. Es como el tabaco: cuanto antes la deje, más vivirá.
6. Coma plantas, sobre todo si tienen hojas. Hay cientos de miles de estudios que prueban que una dieta rica en fruta y verdura reduce las posibilidades de morir de alguna enfermedad occidental como el cáncer. En los países en los que se come medio kilo diario de fruta y verdura (suele coincidir que son los que más obedecen las tradiciones: no es mala idea pensar en la comida como un japonés), las tasas de cáncer son la mitad que en un país como Estados Unidos. Usted mismo.
7. No compre comida que se llame igual en todo el mundo. Hay traducción al francés para canónigos, pero no para Big Mac ni Pringles. ¿Coincidencia?
Agradecemos a Sonia el reenvío de esta noticia. Si comemos mejor, viviremos mejor.

Feliz Día Mundial de la Radio a los profesionales que la hacen posible. 
Sin duda, la mejor noticia del día. 

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