miércoles, 17 de septiembre de 2014

Joyas del románico

SANTO TORIBIO DE LIÉBANA



En la comarca de Liébana, a unos dos kilómetros de Potes, en Cantabria, esta el monasterio de Santo Toribio de Liébana. Sabemos que los monjes vivían según la regla benedictina (ora et labora) en este monasterio mandado erigir por Alfonso I, yerno de D. Pelayo, y que debe su nombre a que en él reposan los restos del obispo Toribio de Astorga, y las reliquias del lignum crucis que éste había traído de Jerusalem. De hecho se dice que el lignum crucis de Santo Toribio es el más grande tomado de la vera cruz de toda la cristiandad. 

El primitivo monasterio, románico,  estuvo rodeado de todo un conjunto de capillas y minúsculas ermitas, algunas de ellas semirrupestres, salpicadas por las cercanas cumbres y laderas.  A mediados del siglo XIII se inició la construcción de la actual iglesia, en estilo gótico monástico de sobria influencia cisterciense, sobre la anterior románica, de la que aún pueden verse estimables retos. Consta de tres diáfanas naves, la central más elevada que las laterales, que se rematan por otros tantos ábsides poligonales; todo ello cubierto con bóvedas de crucería.  Ya en el siglo XVII se renovó y amplió considerablemente el monasterio, fue entonces cuando se levantó el sobrio claustro de tradición herreriana que hoy podemos contemplar. 

Sin duda, nuestra joya del románico del día. 

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